Una de las tradiciones bodegueras andaluzas consiste en marcar con un 'NO' algunas vasijas de particular calidad, manteniéndolas al margen de las periódicas sacas y rociados que caracterizan el sistema de solera y criaderas. La consecuencia lógica es que los vinos así reservados se hacen cada vez más viejos y concentrados. En el caso de este 'Más allá del NO', se trata de una sola bota de oloroso viejísimo de entre las decenas de ellas que Eduardo Ojeda tiene bajo su control en Jerez. Se trata de un doble NO, o bota más allá del NO, en el sentido de que contiene vino aún más viejo que los respectivos 'NO' de las míticas soleras muy viejas de la casa.