Hoy probablemente más de 100 años después de que esta familia comenzara el cultivo de la vid las generaciones actuales quieren recoger el legado familiar y cumplir algunos de sus sueños que se quedaron en el candilero para intentar hacerlos realidad, con el mayor rigor de lo que fue la herencia familiar en cuanto respecta al conocimiento que da generación tras generación el trabajo de la viña y elaboración de uva aunque de momento haya sido de forma discreta.