Desde 1991 la familia Rodríguez empezó a producir su propio vino y en el 2001 junto a Raúl Pérez Pedro continuó con las labores dándole forma al proyecto. Guímaro de significado rebelde, dónde se apuesta por la tradición y cada parcela se embotella con la proporción de variedades que se encuentran en el viñedo tal y como fueron plantados