En Caniles, zona vinícola tradicional de Granada, se sitúan los viñedos de este pequeño proyecto pero con una calidad que nos ha enamorado a la primera. Lluís Vilaplana coge el testigo de su suegro en 1995 después de elaborar vinos en Penedés y Priorato y decide plantar viñedos de dos variedades diferentes a las que había en la zona a 1000 metros sobre el mar, Macabeo y Tempranillo. Con el tiempo se da cuenta de que la adaptación de las uvas es inmejorable.