Desde sus inicios en 1842 la familia Niepoort ha fusionado exitosamente tradición con modernidad. Realiza técnicas portuguesas tradicionales como el pisado de la uva, la fermentación en depósitos de cemento o la crianza en pipa, y al mismo tiempo cuenta con nuevas tecnologías que les permiten trabajar la uva con sumo cuidado. Dispone además de viñedos en distintas localidades, algunos centenarios.